15/6/09

Atesoramiento





El tallar literalmente la piedra bruta es una experiencia bastante interesante.
En mi vida artística he trabajado demasiados materiales, cada uno tiene sus cualidades y percances, tiene su propio lenguaje y bien aplicado puede cautivar a cualquier neófito, independientemente de su mensaje.
Aunque todas requieren de trabajo constante y prácticas hasta la maestría. Esta tiene, quizá por su naturaleza, la cualidad de generar una sensación de serenidad y estabilidad. No es cansado, aunque lo parezca, pues al comenzar a golpear repetidamente un cincel con un martillo, da inicio a un trabajo puramente taurino; en otras palabras, el mismo ritmo genera la energía que consume. Sin menospreciar las técnicas modernas, como la fibra de vidrio, la fotografía análoga, o el diseño por computadora, están compuestos por elementos que hacen daño al cuerpo por no ser naturales, y técnicas como está o el barro remiten un retorno a los orígenes de la vida.

Retomando la pieza, es muy simple el argumento: valorar la belleza de la vida, esa energía constante de cambio que se encuentra estable, precisamente porque nunca está estática (por supuesto es una paradoja que se puede entender en el eje tauro-escorpio, casa II- casa VIII).

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